lunes, 20 de octubre de 2008

SIRENA




Su mano era translucida y emanaba destellos de diversos colores causados por el brillo del sol. Estaba invitándola a seguirle, a unirse.




Todavía perpleja la chica no supo qué hacer. El ser que tenía delante esperaba divertido su reacción.Todavía con su mano extendida le sonrió.


La muchacha, abrumada, quiso salir corriendo pero el agua que le cubría hasta las rodillas se lo impidió.
-¿Por qué quieres marcharte si eres tú la que ha venido a mí?- Preguntó la criatura a la joven.
-No….no lo sé-

_¿Me tienes miedo?-

-Si….y no-Dijo confusa

-Me deseas- intuyó.

-Eh..NO!- exclamó avergonzada.

-Jajaja…eso no era una pregunta-Respondió sonriente.


La joven miró(por primera vez durante más de tres segundos) a áquel que se encontraba con ella.

Medio cuerpo sobresalía del agua…mejor dicho…medio cuerpo se fundía con el agua. Sin una descripción clara…simplemente atrayente, brillante, fuerte y bello. Los ojos del “ente de agua” miraban fijamente a la muchacha. Unos ojos demasiado oscuros para pertenecer a alguien tan luminoso…asustaban. Con una voz dulce y con tono comprensivo le dijo:



-Sabes por qué estás aquí así que…ven-

-Pero…-

pero que iba a decir ella si él tenía razón”
-Ven y el dolor se irá-

-¿Dejará de quemar?-
pregunto ella.


El ser dejó d
e sonreír…su cara era la de alguien que conocía el dolor.Se veía claramente, que deseaba que ella no sufriese.


-Por supuesto-



Llorando en silencio, feliz y triste, temerosa y decidida le dio la mano.

Su mano era fría…muy fría.


Poco a poco el frío se extendió, su corazón empez
ó a latir más lentamente, por fin, el ardor se iba. Se miró…empezaba a volverse transparente…brillante…líquido.

Frío, transparente, líquido, fuerte…era agua.


Dejó atrás el calor y el dolor que éste le producía.

Dejó atrás al causante de ese calor…ahora…era agua.


Era el misterio del mar, la fuerza de los ríos, la nostalgia de la lluvia, la calma de los lagos, el f
río del hielo, la belleza de la nieve.
Lo que ella de
seaba.

-Solo hay una
condición-

-¿Cuál?-

-No puedes volver a verle-

-¿Qué pasará si lo hago?-

-El calor volv
erá, y será mucho más doloroso-

-Pero yo…-

-¿Podrás?-

-Yo…








domingo, 19 de octubre de 2008

Uno de esos días


Uno de esos días en los que esperas a que el semáforo se ponga en verde, aunque no pasen coches, sólo por el hecho de alargar los segundos.


Uno de ésos en los que buscas rutas sin destino que llenen horas vacias en las que tendrías que hacer otras cosas,pero no hay ganas.


Uno de ésos en los que miras hacia arriba y ves cómo los tejados de las casas intentan alcanzar un cielo tormentoso.


Uno de ésos en los que recorres caminos largos "enchufado" al Mp3 caminando sin dirección...caminando sin tiempo.


Alargando el paseo hasta que la batería se acabe.


Miras lo que te rodea y te das cuenta de que es una mezcla entre mediocre y genial.


Uno de esos días en los que sin razón alguna caminas y caminas y deseas no tener que volver.


-¿volver a dónde?-

-...

-¿?¿

-No se pero no quiero volver


Hoy ha sido uno de esos días.

sábado, 4 de octubre de 2008

Realidad




Siempre he preferido la realidad. Y para todos los que piensan que soñar es el alimento del alma, de las esperanzas, lo que diferencia al humano del animal…Dejadme que os diga “No perdáis el tiempo”.



Suena cruel y totalmente insensible, y quizás un tanto irónico pues soy yo quien lo dice, pero dejar de soñar sería una de las mejores maneras de no malgastar el tiempo, de no malgastar fuerzas, de no malgastar ilusiones .



Y me gustaría poder predicar con el ejemplo, sin embargo a las noches mi racionalidad está demasiado dormida y mis ansias demasiado desesperadas.
Pero, aun así, prefiero la realidad. Y la prefiero porque por todavía no he conocido ningún sueño que sea capaz de superarla.



Porque…por mucho que en mis sueños lo imposible suceda, por mucho que todo sea “perfecto”, por mucho que invente, un abrazo tuyo (uno real) es capaz de dejar el más elaborado de mis sueños en lo que es: un sueño, un momento de debilidad mental, una idea fugaz que olvidaré en unos días.



Y la verdad, prefiero ese abrazo pues…si con un simple abrazo igualas, no, superas horas y horas de fantasías, de historias irreales hechas (supuestamente) a mi gusto…es porque, en definitiva…soñar es una pérdida de tiempo.



Y en cuanto a mi alma, que debiera de estar hambrienta, creo que prefiere las realidades, aunque estén en menor cantidad, la llenan más, le saben mejor y la nutren mucho más que los placebos de mi imaginación.



Y por ello mis “sueños” no me evaden de la realidad…me acercan a ella.