jueves, 20 de noviembre de 2008

Enamorada


Y esa noche la luna era más blanca de lo normal.


La joven, inmersa en la belleza que desprendía su luz, llevaba ya un buen rato mirándola, sin preocuparle ni el tiempo ni el frío…la miraba con admiración, envidia…y quizás (sólo quizás) con algo de miedo.


Brillaba, y aunque lo hacía con menos intensidad que el Sol, era igual de cegadora(o incluso más, pero no le digáis nada al Sol porque se deprimiría).


Y esa noche la chica lloró.


Lloró ante la impotencia que sentía al mirar a aquel satélite, lloró al sentirse ínfima en comparación a ella, lloró por no poder siquiera imaginar ser la mitad de radiante que ella.
Esa noche se derrumbó ante el peso de años y años de celos y amor acumulados hacia ella.


Y es que esa noche la luna era más blanca de lo normal y se veía incluso más hermosa, algo que la pobre chica no pudo soportar.
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La Luna se quedó perpleja, su amada(secreta, obviamente, pues la luna no se puede permitir amar) lloraba. Nunca la había visto llorar.


Era tan delicada, grácil y cálida…su aura la atrapó desde el primer día en el que por casualidad se asomó al balcón a media noche. Desde ese día, la Luna esperaba ansiosa el anochecer para poder verla ( y eso que le llevaba un buen rato encontrarla, es lo que tiene ver todo desde tan lejos).


Y así, noche tras noche, viéndose sin verse, la Luna terminó por enamorarse de aquella que destacaba entre todos los demás puntos móviles de la Tierra.


Pero ahora daba igual, porque su amada lloraba, y lo hacía precisamente la noche en la que la Luna se había arreglado(sólo para ella) y estaba más blanca de lo normal.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Efecto mariposa







La teoría del caos…a parte de la escusa que le pongo a mi madre para no ordenar la habitación, es una de las mayores verdades(o algo así) del mundo. Y es que el caos no es la ausencia de orden sino la presencia de sucesos impredecibles…porque al fin y al cabo “por muy desorganizado que parezca, Todo sigue una pauta, más o menos compleja, pero la sigue, otra cosa es que no sepamos predecirla o hallarla”.




Y basándose en ésta teoría (que en realidad no es teoría sino un estudio muy amplio con muchos números y letras) me encuentro con mi querido “Efecto Mariposa”.
Un bonito nombre, en mi opinión.




“Una mariposa bate las alas y en el otro extremo del mundo se produce un huracán”.




Analizándolo detenidamente tiene hasta su sentido, pues en meteorología, la “naturaleza no lineal de la atmósfera”(o algo así) afirma que es posible que el aleteo de una mariposa en determinado lugar y momento, pueda ser la causa de un huracán (varios meses más tarde) en la otra punta del planeta.




Al fin y al cabo, cada día está regido y “determinado” por este Efecto (dejando a un lado a las pobres mariposas). Y cuando decimos que la vida es impredecible mentimos…lo que pasa es que NO podemos predecirla, lo que no quiere decir que esto no suceda…pero por aquí entro en temas filosóficos como el determinismo y eso me da pereza a estas horas.




El hecho es que a veces olvido la existencia del “efecto mariposa” y pienso que el suceso A y el suceso B no tienen que ver cuando en realidad son causa de un tercer suceso que encima me es cercano. Y a veces una nimiedad puede acabar en un hecho trascendental…o no…depende del día.




Pero a veces… además olvido que el Efecto Mariposa es tan real como las leyes de Murphy (si cariño, yo también te quiero)




El problema es que no puedo olvidar porque quiera o no…están ahí…siempre.




Y esto no sería tan malo si no fuera porque Murphy siempre tiene alguna que otra ley que irrumpe en el flujo de sucesos del “efecto mariposa”…dando como resultado…pues…eso: huracanes provocados por mariposas.

Y es entonces cuando te preguntas si la mariposa causante del huracán se sentiría culpable de saber que es la responsable de semejante catástrofe climática. Al fin y al cabo ella no sabía que eso iba a pasar, ni mucho menos que fuera a ser por algo tan normal en ella como volar.




¿Y si una mariposa es capaz de crear un huracán de que es capaz el humano? Creo que no quiero saberlo…bueno aunque ya lo sé, simplemente es un dato que prefiero ignorar.










-Haz el favor de volver a posarte en la flor, por tu culpa ya habido tres huracanes este año!-
-Yo no he sido, ha sido Murphy que se ha puesto en el medio-
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Olvique las mariposas volaban y que el "efecto mariposa" es tan real como las "leyes de Murphy."

miércoles, 5 de noviembre de 2008

No me dejaré quemar




Respiro despacio; inhalando bocanadas de ese humo que me ayuda a olvidar( o al menos a dar menos importancia a las cosas); expiro fumaradas que me recuerdan a las chimeneas de las fábricas industriales.




Abro la ventana y esta vez inspiro (en vez de humo) el aire frío de esta ciudad que cada vez encuentro más familiar, ciertamente calma el calor. Ahora (al exhalar) en vez de productos industriales, de mi boca parece salir un espectro de niebla.




Miro hacia la calle, la farola (que sigue estropeada) se enciende y apaga intermitentemente, molestando notablemente a mis cansados ojos.




Dejo que el calor de la habitación (y el mío) salgan por la ventana.




Necesitaba enfriarme…y es que, últimamente me encuentro demasiado cerca del fuego. Pero no le dejaré ganar(me).







No dejaré pasar al fuego



No dejaré que me queme



No arderé




No lo voy a permitir…no me lo puedo permitir





Apagaré el fuego con espectros de niebla, ahogaré su calor a base de duchas de agua fría.
Y si hace falta renunciaré a la calidez de las sábanas y de la almohada para poder vencerle.





Esto es la guerra.





Y no pienso perder(al menos por ahora pienso eso)






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Quizás tendría que dormir

lunes, 3 de noviembre de 2008

Reina de hielo




Y mientras la joven dormía comenzó a nevar. Poco a poco los copos de nieve la cubrieron.




Frío.




La muchacha se despertó al día siguiente, sus manos, sus brazos…todo su cuerpo estaba helado…pero ella seguía viva. Su pelo y sus pestañas estaban abrigados de escarcha. Ahora su corazón iba muy despacio, tanto que cuando se oía un latido la chica se sorprendía.
Se levanto y comenzó a andar.




El bosque estaba completamente nevado, sin embargo, ella caminaba sobre la nieve sin dificultad alguna. Ese día hacía sol; la luz iluminaba todo el paisaje, para cualquier otra persona el brillo hubiera resultado cegador pero no para ella.




Finalmente llegó a un lago. Se acercó a la orilla y se sentó. La superficie estaba helada.
Como si hubiese sentido su presencia la capa de hielo se torno lisa hasta semejarse a un espejo. La joven se observó y vio como sus ojos estaban cubiertos por pequeñas gotas de rocío congeladas, su color de ojos apenas se distinguía.




Se puso a admirar la belleza del paisaje, era tan blanco, tan tranquilo…Ante esa imagen la chica sonrió. Una sonrisa tímida y sincera. Miró a su alrededor buscando…




Entonces su voz (sí, la de él) se escuchó.


-Con esos ojos no volverás a llorar-
Detrás suyo, apoyado en un árbol estaba él.


-Lo sé, pero no será porque yo no quiera llorar sino porque no podré-contestó ella.


-Bueno…no existen soluciones perfectas-


Suspiró , resignada, ante la respuesta que ya conocía de antemano.
Él continuó hablando.


-Es un paisaje muy bonito…aunque demasiado frío no creo k nadie venga, o si viene…no será por mucho rato o podría morir congelado-


-Esa era la idea-

-Ahora este es tu reino…haz lo que quieras en él-

-Eso haré-

-Hasta otra, nueva reina de hielo-El joven se marchó.

-Mi reino…-susurró.







Cuando el chico llegó a la frontera suspiró…apenado por no haber podido hacer nada.
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Hasta nunca mi reina de hielo-