Ayer cuando desperté Ella tenia otra
cara, una que nunca había visto antes, era humilde y risueña.
Todo ese orgullo, soberbia y poder se
habían desvanecido para dar paso a una inocente y luminosa sonrisa.
No se si me conviene que Ella haya
cambiado tanto, pero cuando la miro reír....
sé que todo va a salir bien.
Y como siempre, buenas noches.
No hay comentarios:
Publicar un comentario