Fui consciente de que mi humor dependia más de las olas que de lo demás que me rodeaba...
que cuando el mar está agitado yo sueño despierta y tengo sed de venganza,
cuando se queda quieto y cristalino me arropan el cansancio y las ganas de dormir, da igual dónde y en que incómoda posición me encuentre,
si llueve siento punzadas en mi, cómo si tuviera agujetas a pesar de no haber hecho ejercicio,
y cuando la luna ilumina el agua y el Mar se pone en marcha yo y mi insomnio somos uno...
-Que mi Mar sigue siendo una dama caprichosa, que huye de mi pero a la vez pide mi atención, que me aparta de Ella y también me reclama suya..mujeres-
1 comentario:
Todos somos sirenas en mares desconocidos que lo mismo surcamos sus olas como nos hundimos hasta el fondo.
Un saludo :)
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