Grita, y grita de alegría y de pena
De dolor,
De placer,
La contrariedad hecha realidad. Finalmente se
rompieron las cadenas y se soltaron las cuerdas.
De nuevo…agua
Y ahora también…aire
Toca la
venganza. Por haberla creado, por jugar sin permiso. Ahora sufrirá las
consecuencias.
Siempre se supo: las sirenas no tienen
compasión.
Y antes que sirenas…fueron arpías.
“Tomó
aire…estaba caliente, demasiado…-todo sea
por encontrarle- estiró sus brazos al cielo y éstos comenzaron a volverse
alas. Alzó el vuelo y de su cola surgieron dos garras : de vuelta a los
orígenes-ahora a por él-. Y alzó el
vuelo rumbo a tierra firme.”
Siempre se supo: las arpías son vengativas.
Pobre del marinero que pensó que en tierra
estaría a salvo.
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